sábado, 23 de noviembre de 2013

El coloso en llamas

Cuando llegué a la universidad y más concretamente a periodismo temí por mi afición a los videojuegos. Pero si algo he podido aprender en esta carrera, es que hay que mantenerse firme en lo que uno le gusta. Y fueron pasando los años, hasta que decidí abrir este blog.
No me lo tomo en serio, pero mi novia me recomendó moverlo, darle vida.

Y eso estoy haciendo. Y creo que para mi segundo artículo (de tantos que tengo pensados) he decidido hablar sobre alguien que ha tenido mucho y lo ha perdido. Nintendo

Pero vamos a empezar por lo básico. Nintendo, esa compañía nipona que lo tuvo todo ahora se encuentra, bajo mi punto de vista, ardiendo.
Yo empecé a jugar con consolas cuando mi tío me cedió la SNES. Esta consola, poseía títulos de gran calibre como Zelda: A link to the past, Super Mario, Yoshi's Island, Metroid, Street Fighter...Como siga enumerando no acabo. Es decir, todo el mundo soñaba con programar un juego para esta consola.

La SNES
Foto: Taringa.net



De ahí pasé a la Nintendo 64 y que os voy a decir de ella. Smash Bros, Ocarina of Time, F-Zero...Volvería a echar horas enumerando solo la cantidad de juegos que hubo. Con una calidad exquisita, unos gráficos que para mi corta edad me parecían sublimes. Unas ideas fantásticas. Quizás la mejor época en sentido friki. Pero...¿Por qué Nintendo no siguió por esa linea?


Nintendo 64. Foto: Gamikia.com



Esa es mi gran pregunta. La gran N tras la consola de 64 bits se metió en la Gamecube. Una consola con luces y sombras, el mando fue un acierto de comodidad y de frescor en este mundo. Y aquí hago un inciso, tras la aparición de este mando, la gente denostó el mando "triple" de la N64, hasta el punto de odiarlo y condenarle al peor de los 7 infiernos. ¿Por qué? No lo se, yo seguiré defendiendo ese mando a capa y espada. Pero sigamos. La Gamecube seguía el estilo de su predecesora de sobremesa, tría grandes títulos, pero algo empezaba a oler mal en Nintendo. La consola reina de las casas ya no era de Nintendo.
También es cierto que tuvo que competir con la consola de Sony (PS2) y con una novata que venía de la mano de Microsoft (Xbox) Pero esto no debería suponer un gran problema para Yamauchi.

Gamecube. Foto: Meristation.com


Las ventas comenzaban a bajar. Desde este humilde blog, un servidor aporta dos razones. La primera y básica de marketing. Los competidores. Sony venía fuerte con su consola de 128 bits y Microsoft termino por hurgar en la herida de Nintendo con la Xbox, que entraba al mercado partiendo esquemas. La que a mucha gente se le escapa es el relevo que se hizo en la dirección de la 'N'. Yamauchi, dejaba el puesto de CEO a un desconocido Satoru Iwata que se hacía en 2002 cargo de la compañía. A todo esto hay que sumarle una multa de 149 millones de euros por prácticas de fijación de precios por los 90.

Pero entonces Nintendo veía la luz para sus cuentas. La Wii. Esta videoconsola 'familiar' salvó de muchos quebraderos de cabeza a los directivos. El mando inalámbrico, con sensor de movimientos y con unos juegos para entonces inmersivos reflotaban aunque fuera un poco a la compañía
Pero...¡alto! ¿No tuvo la PS2 una cámara que hacía que el jugador se sumergiese más en el juego, es más que fuera él el juego? Si, pero la gente no tiene memoria.

Pero sigamos con Nintnedo. La compañía aparte de esto se hizo con el mercado de las portátiles (aún más) con la innovadora Nintendo DS. Una consola con dos pantallas (Dual Screen) Una de ellas donde se mostraba el juego y la de abajo donde se mostraba otro tipo de display, ya pudiera ser mapas, información como HUD o cualquier cosa. Además era táctil.
Pero todos los recursos parece que se fueron a parar a la portátil, viendo el éxito que cosechó (De hecho superó a la PS2 en ventas totales) y la Wii fue aún más familiar.

La Wii y la Nintendo DS. Foto: Videojuegoblog.com


Me gustaría recalcar lo de familiar. Es perfecto que se haga una consola familiar, ahí no hay ningún problema, pero las limitaciones técnicas para programar y la increíble restricción de Nintendo para que no aparezca contenido ofensivo es otro cantar. No hay que negar los grandes títulos de Wii, véase Super Mario Galaxy o Mad World. Pero a lo que quería aspirar Nintendo era demasiado. Quería todo, es decir, quería su mayoría de mercado y además atraer a jugadores hardcore (sic) Para mi es abarcar demasiado. Además que no era lo mismo. En breves iba a competir contra la PS3 y la Xbox 360, unos portentos físicos de hardware. Nintendo entonces se desmarcaba como una consola familiar. Pero seguía sin convencer.

El remate acabó con la Wii U. La nueva generación de consolas, la 4º y que alguien me corrija si me equivoco. Ahora el mando no era un mando, era una especie de tablet, con una segunda pantalla remota. Y con ideas cada vez en declive. Para un consumidor no habitual de videojuegos se podría pensar que Nintendo la suportan los pilares de Pokemon, Zelda o Super Mario (Y sus infinitas variaciones) y no le faltaría razón. Son los que más le aportan y no va a cambiar la política. A todo esto hay que sumarle que por primera vez desde hace mucho tiempo, Nintendo tenía pérdidas en la Wii U, algo que no ocurría desde, si no me equivoco, 1999.

Si os habéis dado cuenta, Nintendo ha ido perdiendo apoyo de las third parties (empresas que son externas a la compañía y que hacen videojuegos para todos por así decirlo). Rare por ejemplo, creadora de Banjo y Kazooie ya casi no trabaja con Nintendo y así muchas compañías. Mi predicción y consejo si se me permitiese a Nintendo es que se centre en las portátiles. Ahí domina desde que salió la primera Game Boy. Tiene títulos de gran factura técnica, variedad, estilo propio y buenos argumentos. ¿Por qué entonces mantener una consola de sobremesa donde está gran parte del mercado perdido? Sería una pena, pero quizás es la única solución para apagar el incendio de esta gran compañía que lo tuvo todo y ahora subsiste en sobremesa por un 3º puesto.

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