Lords of the Fallen y Darks Souls 2, agua y aceite,PC y Mac, Fifa y Pro. En esencia y básicamente, son lo mismo. Líquido, ordenadores y juegos de fútbol. Pero en profundidad tienen muchas diferencias. Y eso mismo pasa con los dos juegos 'ultradifíciles' de rol y aventura ambientados en universos de fantasía medieval. Está claro que uno ha bebido del otro, pero ¿hasta que punto se parecen y se diferencian?
Lords of the Fallen ha sido llamado así para dejar clara la comparación con la serie de From Software, pionera en la temática que ambos títulos comparten. Y, si bien es cierto que además el mapeado del mando es el mismo, pero más allá de esto, las distancias entre ambos títulos se hacen abismos si atendemos a los detalles.
Lo primero que salta a la vista es la creación de personaje. En Dark Souls uno puede crear su personaje en profundidad: posición de los ojos, tamaño de la boca, color de pelo...y elegir entre 10 clases, desde guerrero hasta clérigo, pasando por el marginado. En Lords of the Fallen no existe tal posibilidad. En el juego de los chicos de Deck 13 somos Harkyn, un convicto con múltiples crímenes a sus espaldas que es liberado para ayudar a erradicar un mal creciente. Por lo tanto, personalización del personaje cero. Pero eso no es malo. Ya que es un personaje que puede resultar odioso por su pasado pero que cambiará nuestro parecer.
De hecho, a pesar de que pueda existir una sola línea argumental, el jugador puede tomar ciertas decisiones que haran que Harkyn acepte su condición de convicto u otras que le encaminen hacia el perdón
Posteriormente puedes elegir entre ser un Guerrero, un clérigo o un pícaro, con el beneficio que aporta cada clase. A pesar de esto, y gracias al árbol de Habilidades, luego se puede conseguir un personaje híbrido y no solo centrarlo en un atributo, como en la saga de From Software.
La magia
El mapa
Lucha a vida o muerte
En lo que respecta al combate, es muy parecido. El mapeado del mando es casi el mismo...un golpe fuerte, uno débil, cubrirse con el escudo e incluso la parada con el escudo o 'parry', también es posible hacerla. Pero si en Lords of the Fallen se mide bien en que momento se pulsa el botón, se gasta menos barra de energía, algo que, con ciertos jefes, se agradece. Las piedras de titanita y las resinas se transforman en runas que poner a nuestras armas. Pero no la spodremos poner desde un principio, ya que habrá que llegar al punto adecuado para encajarlas en nuestro arma. Además, no sabremos que beneficio nos otorgan hasta que las hallamos puesto.
La vida...
...y la muerte
En definitiva son muchos los puntos donde difieren estos dos grandes juegos. Uno, una saga ya conocida y que ha puesto el rumbo hacia el una ciudad al más puro estilo del Londres victoriano (aunque haga un alto posterior en las consolas de nueva generación con Scholar of the First Sin). Bloodborne hará su parada exclusiva de PlayStation 4 en Marzo. Otro un juego de la que ya hay una segunda parte cocinándose en el horno de los desarrolladores. Hay aún más diferencias que las aquí citadas, pero estaríamos hasta mañana y aún seguiríamos.
Si se miran por encima, son dos juegos calcados. Si uno atiende a los detalles, verá que son hermanos de distinta madre.
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